viernes, 7 de agosto de 2009

URUAPAN MICHOACÁN












CARACTERÍSTICAS GEOGRÁFICAS





Uruapan se localiza dentro de una franja terrestre delimitada por el Ecuador y el Trópico de Cáncer, muy próxima a éste y en la región occidental.





Numéricamente se precisa a los 19°, 24´ y 56” de latitud norte a sólo 4°, 3´ y 56” al sur del trópico de cáncer y a una longitud de 102°, 3´y 46” al occidente del meridiano de Greenwich.





Esto beneficia y es excelente para el desarrollo de la flora y fauna, para la producción de una gran variedad de vegetales y frutales y para una estabilidad climática particularmente agradable, de la que tiene fama la ciudad de Uruapan, Michoacán es el más hermoso estado de la república, Uruapan es el paraíso de Michoacán.





Dividiendo en tres porciones la orografía de Michoacán, como lo han determinado los geógrafos de esta región, Uruapan queda enclavada en el núcleo o macizo central, cuya mayor altura corresponde al cerro de Tancitaro. De esta cumbre de 3,860 m. sobre el nivel del mar se desprende un ramal montañoso que pasa precisamente por Uruapan y se extiende a la sierra de Tingambato y termina por unirse a la de Maravatío.





Situada Uruapan en los márgenes de una región volcánica y en terrenos montañosos de la mesa tarasca, los geólogos han encontrado un suelo apoyado sobre rocas ígneas y residuos volcánicos de diferentes edades, y sobre rocas sedimentarias que forman mantos arcillosos.





Hacia la parte oeste y suroeste se localizan una amplia zona rocosa de tipo eruptivo volcánico, a flor de tierra, a la que se llama comúnmente ”malpaís", al que se consideraba de difícil acceso poblacional, sin embargo gran parte de esta área rocosa ha sido transformada en colonias de construcciones firmes y en donde los frecuentes temblores que resiente la ciudad no causan ahí problemas delicados en virtud de sus bases inamovibles.





Hidrografía, tanto la estructura del suelo sobre el que se asienta la ciudad y en general toda su superficie demográfica, como el recibir de la meseta tarasca intensas filtraciones de agua que encuentran salidas propicias en Uruapan a través de fisuras en sus capas terrestres y, además, el contar con un medio de exuberante vegetación que genera el ciclo de vaporación y de lluvias copiosas y constantes durante más de medio año, contribuyeron a la formación de yacimientos de agua por todos lados.





El parque nacional Lic. Eduardo Ruiz tiene a la rodilla del diablo es el manantial de agua más importante que existe en la ciudad pues provee grandes cantidades de agua, pero también tenemos a otros manantiales como lo son “La hierbabuena”, “El pescadito”, “Los riyitos”, “Gandarillas” y ”El rabalero” haciendo en conjunto los abastecedores de agua d la ciudad de ahí sale el rio cupatitzio el cual es un rio joven por contar con frecuentes cascadas sinuosas, bruscas y de repentinas caídas.





Pero también contamos con un clima preciado, debido a la situación geográfica de Uruapan permite uno de los climas más agradables y saludables de toda la república mexicana, ya que conocedores de la climatología opinan que si Michoacán es un estado de clima ideal, Uruapan es el paraíso de Michoacán afirmación que se sustenta con el hecho de que la ciudad se ha poblado, en una inmensa mayoría.





Su latitud, su altura sobre el nivel del mar y su permanente vegetación, plena de agua y humedad, asegura un régimen térmico de 18 a 28 grados centígrados en tiempo de calor y de 6 a 15 en la época de invierno, el frio es agradable, reconfortante y jamás seco y extremoso, por lo que se considera un clima templado a pesar de que se le da la mano a las regiones calientes y tropicales, hacia el sur, en lo que llamamos tierra caliente.

LA FUNDACIÓN





El vocablo Uruapan, viene de la lengua purhépecha ULHUPANI, que significa lugar de la eterna formación y fecundidad de los botones florales. "Uruapan, sitio en donde se venera al dios príncipe de las flores, fue establecido prehispánicamente y constituyó un exuberante paraíso y un tranquilo cacicazgo que tributaba al Rey Purhépecha".





Reséndiz 1991 cita que existen diversas versiones sobre el significado de la palabra Uruapan, ya que para unos es jícara, para otros "En donde los árboles siempre tienen frutos" y otros, determinan que deriva del vocablo “Urhuapani” que significa reverdecer o florecer, es decir, el lugar donde todo florece que se traduce como el acto en que brotan los cogollos de las plantas, así como las flores y gozan de perenne primavera. Dos de estas definiciones coinciden con que Uruapan significa exuberancia de vegetación.





No hay mucho acopio de datos relacionado con a la historia de Uruapan, sin embargo se atribuye su fundación a Fray Juan de San Miguel en 1533, quien se apersonó en Uruapan en el año de 1531, encontró casi abandonado el lugar, sin embargo se dio cuenta que habitaban en la región aledaña pequeñas familias de otomíes, aztecas, náhuatl, chichimecas, chontales, tarascos y otros grupos étnicos los cuales hablaban sus propias lenguas, los Purhépechas lograron tener cierto control militar y político, pero de ninguna manera eran los únicos ni los primeros en esta región.





Fray Juan de San Miguel ante la hermosura del lugar no conoció limites. Aun cuando su celo apostólico no buscaba la benignidad de los climas ni lo atrayente de los paisajes, comprendió que este lugar maravilloso reunía condiciones para fundar un centro de población con condiciones especiales que reuniría a las familias de los nativos que vivían dispersos, sin llegar a formar un poblado bien organizado.





La dulce benignidad del clima, la feracidad de la tierra y la abundancia de agua que brotaba de los centenares de manantiales, el maravilloso río, naciendo en la parte poniente, que es la parte más alta.





En fin todas las bondades de elementos necesarios para la realización de una gran obra, inclinando al seráfico evangelizador a emprender la creación de un poblado con perspectivas de una gran ciudad.





El apóstol se dio a la tarea de difundir su doctrina cristiana y de fundar un gran poblado. Trazo un plano de irreprochable perfección, abriendo avenidas tiradas a cordel, de tal manera que las principales partieran de un centro, desde el cual se podrían contemplar las perspectivas hasta el final.





En el centro trazo una plaza principal, y como era lógico de aquella época y de su misión, en dicho centro edifico una iglesia de modestas proporciones, las conocimos como el Santo Entierro, pero de gran significado para su obra.





Anexo aquella iglesia, levantó un hospital para los naturales, que siempre se vio concurrido, pues no solamente era lugar de alivio para la enfermedades sino también para las fatigas de los caminante que iban en transito para otros lugares. Este lugar es hoy la Huatapera.

Las familias dispersas fueron agrupadas en barrios organizadas en la periferia, dándoles como medios de vida, a parte de la agricultura y la caza, algunas industrias tales como el tejido de telas de algodón, el curtimiento de pieles, la pintura de lacas, hoy famosa en nuestro país y en el extranjero y otras artes. Cada barrio fue dotado de una capilla en donde a parte de las industrias, se les enseñaba el evangelio. Estas capillas fueron construidas de tal manera que todas daban de frente al centro del poblado.





Las avenidas que como radios de un círculo partían del centro y desembocaban frente a las capillas y tomaron el nombre del barrio al que pertenecían. Así se denominaron la calle de San Miguel, de San Francisco, de la Magdalena, de San Juan Bautista, de la Trinidad, de San Pedro, de Santiago, de San Juan Evangelista, que tales fueron también los barrios organizados por aquel fraile en torno a estas calles pero con un trazo perfecto, fueron naciendo otras muchas que ya no fueron tomando nombres, sino de algún accidente o hecho bien caracterizado.

LOS BARRIOS DE URUAPAN:





En la fundación de San Miguel los barrios respondían a otras tantas comunidades congregadas, y permanecían en cierta manera autónomo, permitían mantener su identidad clánica y de costumbres.





En una tradición implementada por Fray Juan, sostuvo en esa conciencia la creación de capillas con sus respectivos patronos, encontrando un sistema fácil de catequización de los naturales pues los atrios de las capillas para hacer oración y recitar en coro la doctrina cristiana. Allí mismo se sepultaban los difuntos del barrio.





Los nombres de los barrios, siguiendo su disposición por la parte norte y dando vuelta al pueblo en el sentido de las manecillas del reloj, eran los siguientes, San Juan Bautista, San Miguel, San Francisco, La Magdalena, San Juan Evangelista, San Pedro y Santiago.





En el centro del pueblo el de la Trinidad y en la zona conocida actualmente como los Riyitos el barrio de los Reyes. En cada uno de los barrios había molinos cuyo fin era ayudar a sufragar los gastos de la fiesta patronal. Molinos movidos por agua “con rueda de paletas curvas y eje vertical llamado rodezno y piedra fabricada en el malpaís próximo a Uruapan.





Durante los dos días anteriores a la fiesta del barrio los indios del mismo tenían derecho indiscutible de hacer uso de todo el caudal de agua para el molino, sin que nadie pudiera tomarla ni aun para riegos.





Regularmente durante la festividad del santo patrón dos bandas de las llamadas de aliento, sin faltar naturalmente la chirimía, recorriendo las principales calles el mero día 24 de junio muy de madrugada acompañando a los cargueros y un grupo de lindas muchachas bañadas y luciendo su negro y terciopelado pelo que suelto les cubría la espalda, pues era creencia que ese día el agua está bendita y no hace daño.

ORGANIZACIÓN SOCIAL.





La organización del pueblo indígena que también se atribuye al fraile fundador, nos hace entrar en esa característica de las poblaciones como Uruapan que fueron fundadas agrupando a distintas comunidades en un mismo lugar.





El sistema de los barrios casi siempre revela ese necesidad de conservar la original organización de los grupos que se cambian de un sitio para agruparlos en pueblo, mantenían su carácter endogámico, sus tradiciones, sistemas propios de trabajo y en lo posible cierta independencia en su régimen. La de nominación de barrio preexistía a la congregación de la población en un mismo lugar, así Pátzcuaro se consideraba un barrio de Tzintzuntzan aunque hubiera distancia entre los dos.





Desde la época prehispánica existían naturalmente, los cargo de autoridad que desempeñaban diversas personas presidiendo el cacique en cada pueblo a quien auxiliaban otros funcionarios.
La Relación Michoacán nos habla de los ocambecha que tenían a cargo el juntar a la gente para las obras de utilidad pública y de llevar estricta cuenta de los súbditos; otros entendían por los pueblos en que se cultivaran las tierras del Cazonzi o las dedicadas al culto de la guerra. Junto a esos funcionarios había una casta sacerdotal dividida en rangos y diseminada por los pueblos quienes se preocupaban de atender el culto, conservar las tradiciones, desempeñar como ofrecedores de incienso, guardianes de los templos, sacrificadores, encargados de hacer conjuros y oraciones, músicos y atabaleros.





Naturalmente la conquista no podía destruir de golpe toda esta organización social, política y religiosa, que tendió a subsistir. La genialidad de fray Juan de San Miguel y de otros legisladores religiosos-sociales fue el darle un cauce adecuado dentro de las nuevas pautas sociales y religiosas impuestas por los españoles cristianos. Muchas de las instituciones a que nos hemos referido trataban de entender puente entre uno y otro orden. Generalmente todos estos funcionarios gravan sobre la comunidad que los mantenía y en el nuevo orden consiguieron quedar exentos de las cargas generales. Alcaldes, alguaciles, fiscales, sacristanes, cantores, sirvientes de los conventos resultaron los continuadores de la antigua burocracia.





Fray Juan de San Miguel fue consciente que para salvar de nuevos conflictos a los naturales de las comunidades fueron movidas de su sitio, era importante respetar en la traza de los nuevos pueblos un lugar geográfico distinto donde se organizaran cada uno por si mismo, por eso resultaba indispensable la construcción de su propia capilla, el patrocinio de un santo particular con su fiesta titular que ayudaba a mantener a la unión en clan, pero se debía tender a que unos barrios se complementaran con otros formando la unidad de la población u de la república indígena.





Se ha mantenido en la tradición de Uruapan esa consciencia de autonomía de los barrios con sus propias costumbres y autoridades con rentas y tierras de comunidad propias, que ayudan a los gastos del pueblo a quien acudían cuando surgían dificultades entre si o con otros barrios.
A la totalidad del gobierno se le llama república de indios y gozaba de autonomía en sus asuntos protegida por las leyes y tenía derecho a nombrar a sus propios alguaciles y a imponer sus propias penas, que nunca deberían de llegar a la mutilación ni a la muerte.





Se dice que el gobernador de Uruapan usaba en sus funciones y actos oficiales de la comunidad un bastón de fina madera con empuñadura de plata y que era muy respetado en la comunidad. Junto a esas autoridades civiles existían las religiosas que encabezaba el prioste del hospital y mantenía estrecha relación con los sacerdotes a cargo de la comunidad.


ORGANIZACIÓN POLITICA





La región se caracterizó por insubordinación y brotes de violencia, entre ellos los de 1766 y 1767, se sabe que un grupo conspiró contra la Monarquía Española, entre ellos el Licenciado Michelena y el Licenciado José María Izazaga, este último destacado intelectual, que estuvo relacionado con personajes ilustres. También tuvo su presencia en Uruapan el héroe nacional José María Morelos y Pavón, este estuvo en Uruapan más de una vez cuando hacía su peregrinaje en su vida de arriero, pero oficialmente llegó a esta ciudad en calidad de educador y de religioso en el año de 1798. Sabiéndose de otra visita hasta 1815 en calidad de jefe insurgente, en donde se dedicó a preparar borradores de la Constitución que mas tarde fue promulgada en Apatzingán.





Las autoridades de la Colonia ante el empuje de la fuerza insurgente, se vieron obligadas a pertrecharse en el interior de la parroquia de San Francisco misma que fue incendiada, obligando a rendirse a las fuerzas del virreinato. Después de este combate hubo pequeños enfrentamientos. Una vez consumada la independencia en el año de 1821, la ciudad se sumió en un letargo dedicándose sus habitantes a trabajar, así pasaron los años, hasta la época de la reforma.





En 1822 cuenta ya con Ayuntamiento Constitucional, y en 1825, el 15 de marzo, se constituye cabecera de partido y subdelegación. Se constituye en Municipio por la Ley Territorial del 10 de diciembre de 1831. Por la importancia que tuvo durante la guerra de independencia, el 28 de noviembre de 1858, se le da la nominación de Ciudad del Progreso.





Durante la invasión Francesa, cuando Morelia fue tomada, se decidió cambiar la capital del estado a Uruapan, el 24 de noviembre de 1863.


FABRICAS DE URUAPAN.





La inauguración del alumbrado eléctrico fue a el 5 de mayo de 1896, siendo aprovechad para generar en aquel entonces el Salto de Camela y se distribuyeron 150 lámparas por la ciudad costado 3 pesos cada una por su instalación y otro por el servicio. La nueva fabrica de hilados y tejidos de algodón, lana, lino, huinari y otros materiales textiles era de la sociedad constituida por Hurtado, Cerda y compañía.





Las exenciones de los impuestos prediales de uso de las aguas y sobre materias primas se aumentaba con el permiso para fabricar diles y cambray. Desde tiempo de la visita de la Marquesa Calderón de la Barca, esta distinguida dama había sugerido el aprovechamiento del curso del Cupatitzio para la operación de maquinas movidas por su agua que en rápida pendiente alcanzaba Tierra Caliente. Así, hasta estos finales, de siglo y principios del otro se cumplen plenamente la sugerencia de la ilustre visitante.





La planta de molinos de harinas y de aserrar derivo al igual que la maquinaria de la fabrica de San Pedro del agua del río, aprovechándose a menos de 100 metros su toma. De igual manera la fabrica de hilos y tejido la Provincia con capital extranjero se sirvió de la corriente de agua del Cupatitzio para echar andar su maquinaría.





Otra de las formas mediante las cuales la gente subsistía era la maquilación de nixtamal en el barrio de San Juan Quemado, por medio de un molino movido con un mortero que era una rueda que se movía al caerle un chorro grande de agua. El precio de la maquila de nixtamal que era de la medida de cinco litros tres centavitos. El sueldo diario que tenían los operarios, era de diez reales o sea un peso y 25 centavos; teniendo que comenzar sus labores desde las cuatro de la mañana, para después por la tarde, que ya no había clientes, hacer el aseo y picar la piedra para que todo estuviera listo para el día siguiente, pues era mucha la gente que desde temprana hora estaba lista para tomar su lugar y les tocara conforme iban llegando, por que hubo casos en que se suscito pleitos con algunas hembritas braveras que no les gustaba estar en la cola principalmente las que vendían tortillas.


COSTUMBRES Y TRADICIONES





Algunas de las principales fiestas de Uruapan son:





• Fiesta en el barrio de San José. (19 de marzo)
• Celebraciones de Semana Santa y Tianguis Artesanal.
• Fiesta en el barrio de El Vergel.
• Fiesta en el barrio de San Juan Quemado. (24 de junio)
• Fiesta en el barrio de San Pedro. (29 de junio)
• Fiesta en el barrio de La Magdalena, la más conocida de la ciudad. (22 de julio)
• Fiesta en el barrio de Santo Santiago y en el pueblo de Angahuan (25 de julio)
• Fiesta en el barrio de San Miguel. (29 de septiembre)
• Fiesta patronal de San Francisco de Asís. (4 de octubre)
• Expo feria del Aguacate. (Últimas dos semanas de Noviembre)

En el libro Uruapan de Antaño relata una de las tradiciones ya muertas del barrio San Pedro cada día 3 de mayo los principales vecinos del barrio que se les conocía como por cargueros o mayordomos invitaban a los mayores de cada barrio para celebrar el día de la Santa Cruz invitándolos a comer mole o el imprescindible churipo. Estas y otras costumbres fueron implantadas por el humilde y virtuoso Fray Juan de San Miguel para cavar con el odio que antes existía entre un barrio con otro y hubiera sólo paz y buena voluntad.





Otra de las costumbres que ya sólo quedan en el recuerdo de varios vecinos o lo que es lo mismo, uruapenses, es la conmemoración de día 2 de noviembre día de los muertos como se le conoce, tal día era escogido por que los vecinos más viejos de cada barrio asistieran al barrio de La Quinta para que juntos hicieran la limpieza o desazolve de la Rodilla del Diablo para que al quitar la arena de ese lugar corrieran más libremente las cristalinas aguas del cantarino y limpio río Cupatitzio.





Después de lo anterior, se reunían en la Calzada de La Quinta, y durante la administración municipal del Doctor Francisco Solís, cambiaran el antiguo nombre por el Fray Juan de San Miguel, como un reconocimiento justo al fundador de Uruapan. Como se relataba después de la faena de desazolve de la Rodilla del Diablo, se reunían en la calzada para tomar la cómoda que regularmente era mole o churipo con corundas, habiéndose hecho una costumbre estas reuniones al grado de que el día 2 de noviembre, día de costumbre la venta de comida, refrescos y el genuino charandita. Pero en una ocasión comenzó a divulgar que le habían puesto veneno a los alimentos en forma intencional y por tal motivo se fue olvidando tal costumbre.





Otras de las costumbres uruapenses era el visitar cada jueves y viernes santo la Huatápera, en una solemne ceremonia que se llevaba a efecto en el patio junto a la cruz que aún existe entre los principales pueblos y que se les conocía como jefes, que equivalía a mayordomos, teniendo la autoridad el más digno y respetado anciano que poseía un bastón de plata el cual con toda reverencia daba a besar a los demás representantes de cada barrio, pasando posteriormente a la capilla del Santo Entierro, imagen que se conserva en una urna de cristal en la capilla que aún existe en la Huatápera y ahora convertida en sala de exposición de artesanías.





Las posadas tenían por riguroso principio dar comienzo con el rosario. Las familias llevaban su devocionario para dirigir y seguir la posada y la letanía, Las señoras se cubrían la cabeza con su tápalo para no faltar al respeto a los peregrinos –que eran de cera o de madera de colorín.
Terminado el santo rosario, todos debían de sentarse, niñas y niños ordenadamente para esperar recibir el esperado aguinaldo y naturalmente en lugar separado, las personas mayores en un lugar las damas y en otro los señores. Además, una piñata para cada grupo; imposible que se resolvieran unos con otros… Pues había la costumbre de enseñar la moralidad.





Regularmente, daban principio al anochecer, para dar fin antes de las diez de la noche a lo más. Naturalmente que también había una piñata para cada grupo; pues no faltaba más, que se revolvieran hombre y mujeres, ni grandes ni chicos.





Pocos después se empezaron a amenizar con música grabada en gramófonos. Las cuales ya eran una novedad, así como las vitrolas de cuerda. También se fue haciendo costumbre amenizar las posadas con grupos musicales de cuerda como: mandolina y guitarra. Los miércoles de ceniza la gente se preparaba para estar confesados y recibir la ceniza o mejor dicho, para que les pusieran la ceniza en la frente con la señal de la Santa Cruz.





Pero para esto se recomendaba acudir ya confesados para ganar las indulgencias requeridos y naturalmente se acudía al templo con la mayor devoción y había que acudir sin muestras de confeti de carnaval o sea de los cascarones y confeti.






LOS JUEGOS DE ANTAÑO





Por que no hablar de las tapadas de galos de nuestro Uruapan de Antaño, y de las grandes partidas en las que participaron personas que han sido muy conocidas por su afición a los juegos de azar y que hicieron de esto una profesión. En el Teatro Juárez solían realizarse ruleta, naipes carcamán y otros juegos similares; por las noches era aquella una verdadera algarabía, pues aparte de la nutrida concurrencia que iba únicamente con la intención de hacer sus apuestas, muchos acudían a escuchar a las cantadoras traídas de Guadalajara, como era el magnifico conjunto que traía las Chata Hilaria, formado por hermosas cantadoras y que también bailaban, desde luego, la orquesta que las acompañaba en sus actuaciones, estaba formada por elementos artísticos de verdadera valia.





Todo era bullicio y rumor de voces en los diferentes juegos de azar. Entre ellos los Talladores figuraban el Sr. Don Gabriel Solorio, que era el que corría las cartas y las dab a conocer a los apostadores, per cuando ganaba alguno de los que estaban sobre la mesa, estaba listo el gritón- ya que en este juego o en los gallos era un personaje típico que le decían el Espantajo, bigotón, alto y usaba una larga chaqueta; este al ver al ganador gritaba.





Y como era natural, el afortunado les arrojaba monedas de plata a las cantadoras y éstas correspondían dedicándole una o varias canciones que el público escuchaba con verdadero deleite y aplaudían calurosamente, muchas veces la orquesta, con los valses de moda en ese tiempo de nuestro sin par de Uruapan de Antaño Entre Violeta y Río Rosas, del maestro Alberto Alvarado, piezas éstas que le dieron la inmortalidad en el mundo del bello arte.






CONCLUSIÓN





Al llevar acabo el trabajo sobre la historia de Uruapan logre percatar datos de los cuales no estaba enterado como sus viejas tradiciones y costumbres, así como la forma en que se congregaron los barrios en Uruapan, que en gran medida se debió al esfuerzo y empeño que puso Fray Juan de San Miguel en ese aspecto, además de ayudarles a llevar una vida mas llevadera al enseñarles un oficio que con el paso del tiempo se ha ido perdiendo, gracias a la tecnología, que ha venido a suplir las viejas tradiciones y oficios por una forma mas fácil para desarrollar nuestra actividades.









BIBLIOGRAFÍA





http://www.uruapanmich.com/historiauruapan.htm. Consultado el viernes 12 de junio del 2009.
J. Jesús Alejandre Romero Uruapan de Antaño. Págs. 73, 79, 107, 117, 135, 137, 149, 163, 175. Consultado el 13 de junio del 2009.
Francisco Miranda Monografía municipal 1500-970. Págs. 80-81, 88-90, 231-232. Consultado el 13 de junio del 2003.

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